Una de las cosas que más me gusta analizar es cómo será el mercado laboral en la próxima década. Sin duda, nada será como ahora. Los cambios son una constante en todos los sectores, las nuevas tecnologías están revolucionando mercados y la forma en la que se trabaja. Realidad virtual, computación en la nube, big data y conexiones a Internet cada vez más rápidas hacen que sea posible trabajar en modo remoto desde cualquier parte del mundo. Actualmente más de la mitad de los empleos ya no requieren tener una presencia física, ir a la oficina no es necesario y por eso cada vez más empresas ofrecen a sus empleados la posibilidad de realizar su trabajo de forma remota.
Pero esta revolución justo acaba de comenzar con los nómadas digitales.
El futuro del trabajo cambiará el mundo:
1. Nómadas digitales en aumento. Se calcula que dentro de 20 años, 1 de cada 8 personas en el mundo serán nómadas digitales. Si para entonces el planeta tendrá una población rondando los 8,8 millones de personas, significa que habrán más de 1 millón de nómadas digitales.
2. Menos compromisos y casamientos: Como nómada digital os puedo asegurar que es muy complicado mantener una relación a largo plazo con una pareja estable. No digo que sea imposible porque creo que el amor es algo que puede con todo. Pero cuando tienes un estilo de vida nómada que cada ciertos meses viajas a otro país dejas atrás muchas cosas, es difícil comprometerse y mucho menos pensar en casamientos. Para un nómada la libertad está por encima de todo.
3. No tendrá sentido comprarse una casa. Los nómadas tenemos la posibilidad de seguir trabajando desde cualquier rincón del planeta, solamente necesitamos una buena conexión a Internet. ¿Tiene sentido comprarse una casa? No, es mucho mejor alquilar un apartamento en un lugar que te guste, pasar un tiempo y luego moverte hacia otro lugar para seguir explorando el mundo, conocer otras culturas, etc.
4. Habrán ciudades para nómadas. De hecho, es algo que ya está sucediendo. Chiang Mai, en el norte de Tailandia, se la conoce como la capital de los nómadas digitales. Yo mismo estuve viviendo más de medio año en esa ciudad y es una maravilla. Excelente calidad de vida con bajo coste. Pero hay muchas más ciudades que se están convirtiendo en hubs para este grupo de personas. Por ejemplo, Medellín en Colombia, la que fuera centro de operaciones de Pablo Escobar, uno de los mayores narcos de la droga, ahora es una ciudad donde florecen startups con proyección internacional.
5. Más espacios de coworking. A los nómadas nos gusta reunirnos con otros nómadas, compartir ideas, colaborar, o incluso iniciar proyectos. Es por eso que cada vez podemos encontrar más espacios de cowoking que ofrecen absolutamente todo lo necesario para trabajar de forma remota. En definitiva, son oficinas donde cada persona trabaja en sus cosas pero se ayudan y dan consejos mutuamente para seguir desarrollando sus negocios online.
6. Todavía más economía colaborativa. Si piensas que ya lo has visto todo el cuanto al desarrollo de la nueva economía colaborativa, piénsalo de nuevo. A los nómadas nos encana usar este tipo de servicios porque son más flexibles y se adaptan mejor a nuestras necesidades. Cuando haya 1 millón de nómadas viajando y trabajando por el mundo, estos servicios se expandirán hasta convertirse en lo único que vamos a usar: Uber, Airbnb, etc. Entre otras cosas porque como buenos nómadas no tenemos bienes o propiedades que mantener y siempre las vamos a tener que contratar o alquilar.
7. El mundo será multiracial. Si la gente tiene la posibilidad de trabajar de forma remota, no hay que ser muy inteligente para predecir que aumentará la movilidad de la población. Eso generará ciudades todavía más multi culturales y con diferentes razas mezcladas. Tinder está ayudando mucho a ese proceso…
8. Nuevos mercados para explotar. Siempre que se generan cambios importantes en los hábitos ya sean de vida o de trabajo de las personas se abren nuevas oportunidades de negocio. Los nómadas digitales no somos demasiado consumistas, nos gusta llevar un estilo de vida minimalista y evitamos los apegos emocionales sobre los bienes o cosas materiales. Tenemos nuestras características y seremos un nuevo segmento de la población que seguro será estudiado por las marcas para sus estrategias de marketing.