Lecciones de viaje: Machu Picchu Montaña

El año pasado por estas fechas estaba recorriendo Asia con mi mochila, era la primera vez que viajaba tan lejos y además me iba a la aventura yo solo. Me gustan lo retos y acerté de lleno porque al final resultaron ser los dos mejores meses de mi vida.

Al regresar de esa maravillosa experiencia lo tenía claro: mi siguiente objetivo sería recorrer Sudamérica. Así que no me lo pensé dos veces y a finales de enero de 2015 estaba volando hacia Buenos Aires sin fecha de regreso. Estuve dos semanas haciendo Couchsurfing visitando varias ciudades de Argentina y fue absolutamente genial.

No quería irme de Argentina pero mi viaje tenía que continuar, justo acaba de comenzar. De Argentina salté a Chile cruzando la Cordillera de los Andes en autobús. Durante las 7 horas y media que se tarda en llegar desde Mendoza hasta Santiago de Chile se pueden contemplar paisajes tan majestuosos como estos:

En Chile estuve una semana, no solamente en la capital, también visité Viña del Mar y Valparaíso. La primera espectacular por sus playas bañadas por el océano pacifico y la segunda por sus cerros, sus casas pintadas y sus calles tranquilas. Me enamoré.

De Chile salté a Perú cruzando la frontera en taxi, para llegar horas más tarde en autobús a la ciudad de Arequipa, pequeña pero encantadora. Cuatro días fueron más que suficientes. Mi siguiente parada fue Cusco, la ciudad dormitorio más cercana a las ruinas de Machu Picchu y donde da comienzo el Valle Sagrado de los Incas.

Machu Picchu es el nombre que recibe un antiguo poblado andino considerado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1983 y una obra maestra de la arquitectura y la ingeniería. El 7 de julio de 2007 Machu Picchu fue declarada como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

Para llegar a Machu Picchu hay que tomar un tren en el poblado de Ollantaytambo (hay varias alternativas para llegar haciendo senderismo), bajarse en la estación de Aguas Calientes, pasar una noche en un hostal y despertarse bien temprano la mañana siguiente para tomar otro bus que te lleve a los accesos principales de Machu Picchu en un trayecto plagado de curvas y precipicios del que no sabes si llegarás vivo al destino.

Visitar Machu Picchu fue un sueño hecho realidad. Es un lugar mágico en el que se siente una energía especial difícil de expresar con palabras. A simple vista es un conjunto de piedras colocadas de forma minuciosa y en consonancia con su entono natural de una belleza desgarradora. Darse un paseo entre las ruinas escuchando los misterios de aquella histórica ciudadela me fascinó por completo. Recorrer miles de kilómetros para llegar a ese lugar único en el mundo había merecido la pena.

Al comprar la entrada a Machu Picchu puedes pagar un extra que te permite subir a Huayna Picchu, la montaña donde se obtienen las mejores vistas. Sin embargo, las plazas son limitadas y es necesario reservar con varios meses de antelación dependiendo de la época del año. No la pude conseguir pero elegí la alternativa que es subir a Machu Picchu Montaña, justo la que está delante de Huayna Picchu dejando las ruinas en medio del valle. Las vistas son prácticamente las mismas.

El Huayna se sitúa a 2720 metros de altitud, mientras que la montaña de Machu Picchu está a 3082 metros. La subida a Huayna es menor, tanto en altura como en recorrido, pero es mucho más vertical, empinada para que nos entendamos.

En el acceso de Machu Picchu Montaña hay un libro de registros y se advierte que para ser capaz llegar a la cima es imprescindible gozar de un buen estado físico, mucha resistencia, no tener problemas de corazón ni respiratorios porque es probable sentir fatiga extrema y mareos debido a la falta de oxigeno a esas alturas. Tampoco se recomienda para personas que padezcan vértigo. Se estima que casi la mitad de los que intentan subir la montaña regresan antes de llegan a la cima.

Conocer todo eso me motivó todavía más, otro desafío por delante, tenía unas ganas enormes de coronar esa cima, me sentía con más energía que nunca y me puse a andar.

La subida es larga, costosa y fatigante. Los peldaños son muy irregulares en tamaño y altura, el camino está lleno de piedras, se pasan por zonas muy estrechas con grandes precipicios en el que un mínimo error, desliz o mareo se puede convertir en tu despedida. A medida que se va subiendo y ganando altura el nivel de oxigeno en el aire se reduce, lo que dificulta más la subida. La sensación de cansancio es inevitable.

Durante el ascenso todo el mundo pregunta a los que descienden con piernas temblorosas cuánto falta. Nadie suele acertar con los minutos que restan, creo que a esas alturas se pierde la noción del tiempo. En una ocasión nos dijeron 10 minutos y a la media hora todavía estábamos lejos de la cima.

En algunos momentos se hace interminable. Muchos lo dan por imposible, dan la vuelta y abandonan la expedición. Otros se lesionan, siendo lo más habitual los esguinces de tobillo. Ni me quiero imaginar cómo debe ser el traslado desde allí a un hospital. De hecho, ni siquiera hay uno en Aguascalientes…

Finalmente, la llegada a la cima es increíble, prácticamente en medio de las nubes, la temperatura es mucho más baja que abajo en el valle, hace frío pero las vistas son espectaculares. La panorámica te quita la respiración. Desde lo más alto de la montaña puedes contemplar las ruinas de Machu Picchu en tamaño miniatura a vista de pájaro. Me encontraba literalmente el cielo del Perú a más de 3000 metros rodeado de un entorno privilegiado y con una de las maravillas del mundo a mis pies.

Solamente puedo dar gracias por haber tenido la oportunidad de vivir esa experiencia.

No lo olvidaré jamás.

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Estas son las principales lecciones que aprendí subiendo la montaña:

1. Mira siempre hacia delante

La vida es movimiento y lo importante es seguir avanzado. Muchas veces no merece la pena mirar atrás, al final lo único que cuenta es cada paso hacia delante.

2. Nunca te rindas

Aunque no te sientas cómodo, aunque tengas ganas de abandonar, sigue progresando. La vida se vuelve apasionante cuando sales de tu zona de confort. El esfuerzo siempre tiene recompensa.

3. Lucha por tus sueños

No hay nada más poderoso que la voluntad del ser humano cuando quiere hacer realidad sus sueños. Si deseas conseguir algo tienes que focalizarte hacia ese objetivo.

4. No temas el silencio

Los caminos menos ruidosos son también los caminos menos transitados. A veces elegir el camino del silencio puede llevarte a hermosos lugares inexplorados.

5. Elige bien cada paso

Cada paso que das es un acercamiento a tu objetivo pero poner un pie en falso puede llevarte al inicio. Mide el riesgo pero atrévete a dar ese paso necesario.

6. Sigue una vida minimalista

Cargar tu mochila con demasiadas cosas puede hacer más duro el viaje. Tener muchas cosas puede impedir que avances a paso firme. Compra lo necesario, lo imprescindible. No colecciones cosas, invierte en momentos.

7. Disfruta de las pequeñas cosas

La ley de Pareto dice que el 20% de lo que hacemos supone el 80% de los resultados. Las pequeñas experiencias o aventuras de la vida son las que al final tienen más valor e importancia para nosotros.

8. La edad es solamente un número

Todo el mundo es capaz de cualquier cosa. Se puede llegar a lo más alto a cualquier edad si mantienes un hábito de vida saludable cuidando tu cuerpo con deporte y nutrición. Sin descuidar tu mente.

9. La confianza lo es todo

Cuando alcancé la cima sentí que en ese momento no había nada imposible. Me sentía muy feliz y capaz de todo. Establecerse pequeñas metas y alcanzarlas es la mejor forma de ganar confianza y autoestima. Impossible is Nothing.

10. El poder de la naturaleza

Estar durante un tiempo rodeado de naturaleza no solamente te hace desconectar del estrés habitual de las grandes ciudades y de tu trabajo, también te hace ver la vida de forma diferente, estar más abierto, ser más flexible y con un pensamiento más positivo.

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Aquí estoy descendiendo la cima de Machu Picchu Montaña…

No conquistamos las montañas, sino a nosotros mismos 🗻 Edmund Hillary

12 thoughts on “Lecciones de viaje: Machu Picchu Montaña

  1. Hola Sergi, me alegra leer tu aventura en MACCHU PICCHU y que seas un ejemplo para la juventud y que, a través de tus vivencias, puedas motivar a otros jóvenes a tener experiencias como la tuya, en este mundo donde los valores son cada vez mas escasos y que casi todo se consigue sentado frente a un ordenador es agradable leer lo que se puede conseguir saliendo a recorrer el mundo con tesòn, empeño y esfuerzo… y valentìa, claro… sigue adelante y llegarás lejos.

  2. Hola Sergi, he estado este pasado mes de octubre en machu pichu y como dices es una experiencia increíble e irrepetible y me ha hecho mucha gracia tu comentario de la gente que descencia te preguntaba cuanto falta porque a mi no paraban de preguntame también. Siendo honestos tengo que decir que me costo subir y estuve a punto de tirar la toalla pero dije no… y al final llegue y ha sido una de las experiencia más increíbles. Gracias por tu blog.

  3. Que hermosa experiencia! Sin duda uno de esos lugares a los que siempre regreso con mi mente. Los 10 ítems no pueden describir mejor la experiencia del viajero y la riqueza que traemos sobre nuestra vida en cada vuelta que nos damos por el mundo… Nuestro bello vecindario.
    Saludos!

  4. Bonita descripción de tu aventura por Sudamérica y lo que describe usted a su paso, me da una alegría infinita, sobre todo cuando asciende la montaña. Yo también tuve la suerte de conocer la ciudad de piedra y usted con su exacta narración ha hecho volver a mi memoria ese pasaje de mi vida que al igual que usted, jamás olvidaré. Gracias por sus palabras, que Dios y la Virgen María me lo bendigan.

  5. Hola, Sergi. Espero que estés bien. Qué lindo todo lo que contás.
    Estoy por sacar la entrada para el 11 de julio de 2017, porque ese día mi papá cumple 60. La verdad es que él no está en muy buen estado físico (ni siquiera hace deporte), por eso estaba pensando comprar en la pág. web la opción que dice solo ‘Machu Picchu’. Mi pregunta es: Si compro únicamente ese boleto, tendré la típica vista de la ciudadela… ¿no?
    Gracias!! 🙂
    Saludos.

    1. Hola Florencia, correcto ese boleto solamente da acceso a la ciudadela, que ya es preciosa en sí misma. Si no se está en muy buen estado físico recomiendo no subir al Huayna Picchu (previa reserva de pago) ni a Montaña Machu Picchu (gratis) que es la que yo hice. Un saludo y espero lo disfruten.

  6. Hola Sergi, muy interesente e instructivo lo que contas del viaje. Mi idea es hacerlo el mes que viene y averiguando me tope con tu blog. Te quería hacer un par de preguntas. La 1era es si la foto de la ciudadela la sacaste vos desde la montaña Machu Picchu y la 2da si es correcto que el acceso a esta montaña es gratuito. Yo estoy x sacar un tour para hacer el camino del inca y me dijeron que el acceso a esta montaña no estaba incluido en el precio, de ahi mi pregunta.
    gracias y seguí viajando!!

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