Las claves del nuevo Google Penguin


La última actualización de Google llegó el 24 de abril de 2012 a nuestras vidas y eso, como de costumbre, hace mucho ruido en Internet, especialmente porque altera los resultados de búsquedas. La granja se va llenando de animales: primero fue Panda y ahora tenemos Penguin. El nuevo inquilino del zoo de Google lo hace más joven, más humano, más exigente y con una capacidad extraordinaria para identificar y penalizar aquellas páginas que dejen de lado la cobertura emocional de sus contenidos. En esta red dinámica, versátil, social y cada vez más cambiante, el nuevo Google Penguin penalizará cualquier estrategia de contenidos en la que no esté presente el equilibrio entre las métricas, los intercambios de enlaces naturales, el trabajo de optimización SEO y la calidad.

Principalmente, Google Penguin penaliza el excesivo trabajo de SEO, entendido como sobreoptimización. Es decir, técnicas de promoción basadas en la elaboración de contenido basura, en la que los enlaces se establecen para derivar tráfico o posicionamiento hacia otro site, sin que intervengan el impacto, la atracción y la relevancia.

Además, Google penaliza duramente la falta de calidad, la ausencia de coherencia entre los títulos y el contenido, el contenido duplicado, oculto o la publicación de textos sin aportación de valor para el lector, así como la compra y venta de enlaces. Sin embargo, otorga todavía más peso a las redes sociales. De modo que compartir tus publicaciones en Facebook, Twitter, Google+ y el resto de redes debería ser positivo para escalar posiciones en los resultados de búsqueda y aumentar tu presencia.

¿Que puedo hacer para no ser penalizado? Es sencillo, haz lo correcto. Escribe para las personas, crea contenido de forma constante, diversifica tus anchor text y escucha a tus usuarios para detectar lo que necesitan y mejorar la calidad de tu sitio. Y lo más importante, no intentes engañar a Google, si tu contenido es relevante no te preocupes que saldrás en la primera página.

Ahora bien, con todo esto no se trata simplemente de decir que el SEO ha muerto, hay un extenso cúmulo de conocimientos y oficio que atesoran los profesionales de las antiguas técnicas para optimización en buscadores, fundamentalmente las basadas en el conocimiento de las métricas, mecanismos de búsqueda y presentación de datos. La figura del SEO seguriá teniendo presencia dentro de los equipos de optimización, pero ahora con nuevos retos.

De modo que toca poner esos datos de calidad al servicio de los analistas web para que comprendan el comportamiento de los usuarios, con el fin de mejorar sus experiencias de navegación. Y no olvidarse nunca de los creativos, quienes más que nunca tendrán que exprimir sus ideas para construir mensajes únicos y originales, que impacten y construyan influencia, branding, posicionamiento y marca.

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