La guía definitiva para soportar vuelos de larga duración

Viajar es algo apasionante pero también puede ser duro y agotador. Los vuelos de larga duración pueden dejarnos KO incluso antes de llegar a nuestro destino, es por eso que si te preparas para un viaje largo de muchas horas en el aire te conviene tomar nota de estos 20 consejos que te permitirán volar como un auténtico viajero profesional y evitar el famoso jet lag ocasionado por el cambio horario y el agotamiento del vuelo.


Estudios recientes han demostrado que comer carbohidratos durante el vuelo tales como pasta, arroz o pan ayuda a reducir el jet lag. Según los resultados del estudio, altos niveles de insulina hacen que sea más fácil para el cuerpo realizar el cambio horario y poder dormir bien las primeras noches.


Evita pasar hambre durante el vuelo, si te apetece comer algo y todavía es la hora de comer, elige unos snacks salados para matar el gusanillo, por ejemplo unas galletas, frutos secos, queso, yogurt o una barrita de proteinas.


A pesar de que es importante comer durante el vuelo, no es bueno llenarse demasiado. Si el vuelo no es muy largo, menos de 10 horas, puede ser más conveniente comer antes de subirse al avión y dentro comer unos snacks. Si decides comer en el avión, la comida caliente siempre será mejor que algo frío para la digestión.


Quizás te habrás dado cuenta que las personas que solicitan un menú especial son las que primero comen, tienen de algún modo un trato preferente. Aunque no seas vegetariano o intolerante al gluten puedes solicitar antes de subir al avión que quieres un menú especial, de esta forma no tendrás que esperar a que te llegue el turno y podrás ponerte a dormir mucho antes de los demás.


Aunque no se ha calculado cuanta agua es necesaria para soportar un vuelo largo, la hidratación es fundamental para llegar a destino sin dolores de cabeza, mareos o nauseas. Bebe aunque no tengas sed, pide a las azafatas de vuelo un vaso de agua siempre que lo consideres.


La cafeína te deshidratará más deprisa. Puedes beber pero compensar con más agua.


El té verde descafeinado es la mejor alternativa al café durante un vuelo.


El alcohol actúa como un estimulante y lo que menos te conviene sentado en tu butaca pegado con otras personas es estar alterado o borracho. Una copa de vino es lo máximo que debería estar permitido.


Sentirse cómodo durante el vuelo es muy importante para poder descansar, por eso es recomendable usar ropa ligera, como una camiseta corta y unos pantalones elásticos o que no sean ajustados.


El aire acondicionado en los aviones es mortal. Cuando lo ponen fuerte la nave se convierte en un congelador. Para esos casos es mejor vestir varias prendas, en el caso que tengas calor que sacas una y si tienes frío te pones otra encima.


En caso de emergencia es importante estar calzado para poder ir a las salidas señalizadas. Si bien es bueno liberar los pies cada cierto tiempo, al menos durante el despegue y el aterrizaje ponte los zapatos o zapatillas.


De nuevo, una bufanda te salvará la vida en caso que el aire acondicionado del avión esté fuera de control y haga más frío que en el Polo Norte.


A muchas personas les cuesta dormir en el avión porque no encuentran una posición cómoda, la cabeza queda colgando y el dolor en cuello puede ser terrible. La solución pasa por comprar un cojín que te permita reposar tu cabeza.


El dolor de espalda también es muy frecuente debido al diseño poco ergonómico de las butacas en los aviones. Lo mejor es llevarse un cojín que al menos te recoja la zona cervical.


Escuchar música o ver películas es la mejor forma de entretenimiento en los viajes de larga duración. Así que por si no te dan auriculares, llévate tus cascos en el equipaje de mano.


A pesar de que en los aviones bajan las luces después de cenar para que se pueda dormir, nunca está de más tener tu propio antifaz de noche para que no te moleste la luz de la nave si te apetece cerrar los ojos y soñar en tus vacaciones.


Debido a la altitud en la que el avión vuela por los aires, la presión en cabina es mayor que con los pies en la tierra. Eso genera problemas de circulación y molestias musculares. Para no padecer problemas mayores es bueno que hagas pequeños ejercicios, moviendo la cabeza, levantando los brazos, estirando las pierdas, etc. A veces un paseo hasta el baño es suficiente.


Durante el vuelo hay que matar el tiempo de alguna forma y seguramente una de ellas es revisando fotos, mensajes o jugando con tu teléfono móvil. Una buena idea es llevarse un cargador de batería externo portátil por si te quedas sin carga durante tus distracciones aéreas.


En la ventana tendrás mejor vista del exterior, no te molestaran las azafatas cuando pasen por tu lado, ni nadie que pedirá que te levantes porque se quiere ir al baño. Además, podrás apoyar la cabeza en el lateral. Por lo que todo son ventajas. ¿Pasillo? Ni de coña.


Los expertos en aviación aseguran que las alas son la parte más segura del avión en caso de aterrizaje forzoso, además si hay turbulencias es la zona más estable por su centro de gravedad.

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