Emprender un negocio siendo joven


He fracasado varias veces creando nuevos negocios. En uno de ellos me quedé sin dinero y tuve que volver a empezar de cero. Fue duro. Pero gracias al haber aprendido de mis errores ahora tengo un negocio rentable que me permite viajar por el mundo con total libertad financiera.

Cada vez que fracasaba mis padres me decían que no lo intentará más, que no perdiera el tiempo, que buscara un trabajo estable, un sueldo fijo, un lugar donde quedarme toda la vida… Sinceramente, odiaba esa idea. Tenía otras metas en mi vida y no quería tirar la toalla siendo tan joven.

No estaba dispuesto a seguir el camino tradicional que marca la sociedad. España nunca ha sido un país especialmente emprendedor, tanto es así que los jóvenes prefieren trabajar para el estado (ser funcionarios) que crear su propia empresa, pero yo era diferente.

Fundé mi primera empresa en 2007 con 20 años cuando estaba todavía en la universidad. Mis compañeros se pensaban que estaba loco, con esa edad y con una empresa. Algo no les cuadraba. De hecho, le propuse a varios de ellos formar parte del proyecto y nadie quiso colaborar conmigo. Ahora algunos se arrepienten.

Emprender siendo joven tienen muchas ventajas: no tenemos grandes compromisos (no tenemos deudas, hijos, vivimos en casa de nuestros padres), somos menos adversos al riesgo (estamos más dispuestos a tomar decisiones difíciles para hacer crecer nuestro negocio más rápido), somos más flexibles (nos adaptamos más rápidamente a todo tipo de condiciones) y somos más creativos (a medida que la gente se hace mayor pierde la creatividad).

Seguramente si estás leyendo este artículo es porque quieres ser emprendedor, comenzar un negocio, ganar dinero siendo tu propio jefe y ser el dueño de tu tiempo. Pero no sabes por donde comenzar. Te recomiendo que te hagas la siguiente pregunta:

¿Qué harías si no tuvieras que trabajar por dinero?

Mucha gente que conozco que ha logrado hacer realidad su sueño es porque ha encontrado la forma de convertir sus aficiones en su trabajo. Si consigues ser bueno en algo que te apasiona, luego puedes explotarlo para convertirlo en tu fuente de ingresos. Sigue estos consejos:

Sigue tus pasiones. Todo el mundo tiene al menos una pasión, algo que le hace realmente feliz. Si todavía no has descubierto cuál es tu pasión, única forma real de saber qué te interesa en la vida es probando cosas nuevas.

Resuelve tus propios problemas. Los grandes negocios son productos o servicios que resuelven pequeños problemas de las personas o empresas. ¿Tienes un problema y no encuentras la solución? Diseña la solución, conviértela en un producto comercializable y resuelve problemas de la gente mientras ingresas dinero por esa idea. Recuerda que no tienes que inventar la rueda, simplemente piensa en un problema que veas muy común alrededor o una necesidad insatisfecha.

Si no lo ves claro, al menos inténtalo. Todos hemos dejado proyectos a medias porque no han terminado de despegar. No te preocupes, solamente probando con tus propias manos sabrás si funciona y tiene potencial. No tengas miedo de dejar algo atrás si ya te no apasiona o no es rentable.

Aprende a manejar tus finanzas. Es la gran asignatura pendiente de muchas escuelas, pero existen libros muy buenos como «Padre Rico, Padre Pobre». Gestionar tu propia economía de forma eficiente y aprender a invertir tus ahorros es fundamental para no tener que preocuparte demasiado por el dinero.

Viaja por el mundo todo lo que puedas. Viajar no solamente es divertido, también es una forma de ganar conocimientos, de aprender de otras personas y de conocerte mejor a ti mismo. Eso es fundamental para emprender un negocio con proyección global.

Sal de tu zona de confort. Todos tenemos una zona en la que nos sentimos cómodos y esa comodidad es precisamente nuestro peor enemigo para crecer personal y profesionalmente. Prueba cosas nuevas y atrévete con cosas que siempre has evitado por miedo, vergüenza o falta de conocimiento.

Escribe un blog. En un mundo altamente conectado, la mejor forma de comunicarnos y compartir nuevos conocimientos y experiencias es publicando en un blog. Es una gran forma de crear una audiencia sobre un tema que te apasiona, participar en debates y poner en orden tus ideas.

Aprende y emprende. Con las nuevas tecnologías a nuestro alcance, hoy en día es más fácil emprender que nunca. Por ejemplo: si tu pasión es la fotografía y quieres vivir de ello, empieza leyendo libros, comentando entradas en blogs que hablen sobre fotografía, toma muchas fotos, muéstralas a otros fotógrafos, haz caso de sus opiniones y experiencias, crea un portafolio digital para mostrar al mundo tu trabajo, difunde tu proyecto por Internet y vende fotografías desde cualquier parte del mundo.

Para terminar esta entrada me gustaría que vieras la conferencia TEDx de Andrés Barreto, por si no lo conoces, es un joven emprendedor colombiano que cursó estudios universitarios en Florida, fundó su primera empresa a los 18 años, ahora tiene más de 5 empresas, algunas de ellas con los mismos inversores de Google, Facebook y Twitter. Su historia es brillante y muy inspiradora.

No se necesita dinero, ni experiencia, ni contactos para empezar un negocio. Para emprender solamente necesitas una conexión a Internet, curiosidad y la ambición de intentar hacer cosas grades.

Foto: En el Monasterio de Santa Catalina en Arequipa, Perú. Calle Sevilla. Preciosa.

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