El miedo es el gran enemigo de muchas personas, es lo que les paraliza y evita que hagan cosas extraordinarias. Hace tiempo que aprendí a superar los miedos desafiando todo aquello que me producía inseguridad. Desde entonces todo lo que me puede causar miedo lo convierto en un desafío y me enfrento con otra mentalidad, más abierta y positiva. Es un ejercicio que recomiendo a todos. Hace unos días vimos las ventajas de ser un nómada digital y realmente me pregunto por qué hay tan poca gente que se atreve a tomar ese paso.
Definitivamente lo que hace que mucha gente frene sus deseos de convertirse en nómada digital es precisamente el miedo. Miedo a no tener una vida normal, a tener que tomar decisiones continuamente, a no tener a su familia o amigos cerca, miedo a no depender de nadie sino de uno mismo, a enfrentarse solo a los problemas, a no ver un futuro estable, etc. Lo cierto es que de estar establecido en un lugar con unas rutinas muy marcadas, siempre con la misma gente, los mismos horarios… a viajar por el mundo, no tener ataduras y levantarse cada mañana en una ciudad distinta supone un cambio de vida muy importante.
Pero el miedo desaparece por completo cuando te das cuenta que ser nómada es el camino hacia una forma de vida mejor, más libre y realizada. La gente que trabaja viajando por el mundo es feliz mientras que muchos de los que siguen una vida tradicional están frustrados, estresados y tristes. Hay muchas personas que viven sin ilusiones, trabajando en empresas que odian y resignados a no poder hacer realidad sus sueños. Se me parte el alma al pensar que están desperdiciando sus vidas cuando todavía pueden vivir experiencias maravillosas.
En este artículo me quiero centrar en explicar desde mi experiencia personal cómo se pueden vender ese miedo a viajar en solitario. En primer lugar, viajar sin nadie más que uno mismo tiene bastantes ventajas. La más importante es que no te tienes que poner de acuerdo con nadie para planificar una ruta o decidir qué lugares visitar. Ir solo te permite ser más flexible, organizarte sobre la marcha y aprovechar mejor el tiempo.
Dicho esto los miedos más comunes entre las personas que se plantean viajar solas son: puede ser peligro (especialmente si es una chica), no voy a saber apañármelas con el idioma, me voy a aburrir porque soy tímido y no voy a hacer amigos, es más caro si voy solo que acompañado, quién me cuidará si me pongo enfermo, etc. Todas estas dudas son normales pero te digo una cosa, no son para tanto. Las cosas más bonitas de la vida a veces cuestan. Además, esos miedos solamente los tendrás la primera vez.
Otro miedo muy común es pensar en la imagen que daremos a la gente que nos conoce, ya que desgraciadamente se tiende a pensar que viajar solo significa derrota, ser una persona poco social o directamente un fracasado. Pero nada más lejos de la realidad. Las personas que viajan solas disfrutan de una vida más llena, aprenden de todas las experiencias y desarrollan un instinto natural de supervivencia que los demás no tienen.
Pero seguramente el miedo más grande de todos es el de la soledad. Vamos a admitirlo, mucha gente no lleva bien los momentos de soledad, no pueden vivir sin alguien a su lado. Viajar en pareja puede ser muy romántico pero a veces aburrido, viajar con un grupo de amigos puede ser muy divertido pero también caótico y en cualquier caso siempre tienes que depender de los demás. Mientras que viajar solo eres más libre de hacer lo que te plazca y tendrás la oportunidad de hacer nuevas amistades, ya que por ejemplo en los hostales hay mucha gente que viaja sola y que están en la misma situación que tú.
Puede que comiences el viaje solo, pero que aseguro que terminarás con un millón de amigos. Además, hay que decirlo claro: no es lo mismo sentirse solo que estar solo. Por último, a mi me encanta tener momentos de soledad, los disfruto de verdad, creo que todo el mundo debería aprender a apreciar esos momentos de reflexión con uno mismo.
Si cuando viajas eres alegre, abierto, honesto, accesible y además te preocupas por conocer a los demás, cuentas tus experiencias, propones actividades y dejas de lado la vergüenza, te aseguro que amigos no te van a faltar. Establece conversaciones con naturalidad, siendo tú mismo y verás como rápido conectas con otras personas.
¡Toma nota! A continuación la lista definitiva de recomendaciones para viajar solo: utiliza las redes sociales para contactar con personas de esa ciudad, utiliza apps que utilicen la función de geolocalización para iniciar chats con personas cerca de tu posición (Tinder), duerme en albergues que es donde pondrás conocer a otros muchos viajeros, viaja en transporte público, apúntate a tours o actividades organizadas, asiste a quedadas para extranjeros o compatriotas, acude a eventos sobre temas de tu interés (Meetup), sal de fiesta o siéntate en la barra en los pubs, alójate en casa de alguien (Couchsurfing) y come en restaurantes con mesas comunales.
En resumen, no tengas miedo a viajar en solitario porque aunque dé cierto respeto, seguramente se convertirá en la mejor experiencia de tu vida. Si a mi me ha pasado, seguro que a ti también. Atrévete.
Foto: En la playa de Seminyak, Bali, Indonesia. A falta de amigos, buenos son libros 🙂
Despertar en soledad de un pueblo extraño es una de las sensaciones más placenteras de este mundo.
Te seré honesto, tu publicación me llegó, me llegó en lo mas profundo. Soy una persona que aprecia la soledad pero también una persona con miedo a viajar solo, mas por el idioma y por como solventar mis gastos, si no se el idioma del destino siento que será difícil trabajar, pero se que tendré que hacerlo, me siento ahogado en este pequeño lugar. Solo una duda: ¿tienes un trabajo fijo, una residencia fija o realmente vives como nómada, sin un lugar al cual regresar?
Hola Eduardo, me alegro que mis palabras te llegaron. La única forma de superar el miedo es intentándolo. Nada es fácil pero si quieres algo y luchas por ello te aseguro que se pueden conseguir muchas cosas. Respecto a tu duda, yo tengo mi propio negocio, todo lo que hago es digital, no necesito más que mi Macbook y conexión a Internet. Mi residencia fija está en Barcelona donde nací pero me gusta viajar durante temporadas.