Solamente tú puedes cambiar las cosas


Las personas cambian cuando se dan cuenta del potencial que tienen para cambiar las cosas. ¿Dónde está el límite del poder? Simplemente, no hay un límite establecido. Las limitaciones son fruto de nuestro pensamiento, de pensar que no podemos conseguirlo. Muchas cosas serían diferentes si al plantearnos un objetivo realmente pensásemos que podemos conseguirlo, que podemos lograrlo, que podemos triunfar. No hay nada imposible.

¿Para qué limitarnos? La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante. No pongas palos a las ruedas, no construyas muros en el horizonte, no te dejes llevar por la negatividad. Cuando quieres realmente una cosa, todo el Universo conspira para ayudarte a conseguirla. Recuerda que sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar. Cuando alguien desea algo debe saber que corre riesgos y por eso la vida vale la pena.

Todos los días Dios nos da un momento en que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. El instante mágico es el momento en que un sí o un no pueden cambiar toda nuestra existencia. Pero no tenemos que tener miedo a las dificultades: lo que nos puede asustar es la obligación de tener que escoger un camino, porque eso significa abandonar otros que también podrían resultar satisfactorios. Algunas veces hay que decidirse entre una cosa a la que se está acostumbrado y otra que nos gustaría conocer. Nadie dijo que la vida iba a ser fácil.

La vida no está hecha de deseos y pero sí de los actos de cada uno. Es importante aprender de todas las cosas que nos suceden, y no solamente a nosotros, sino también de los errores que cometen los demás. Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos.

Existe un lenguaje que va más allá de las palabras y que todos comprenden: es el lenguaje del entusiasmo, de las cosas hechas con amor y con voluntad, con esfuerzo y sacrificio, siempre en busca de aquello que se desea o en lo que se cree.

Este texto lo he escrito en un momento de reflexión, inspirandome en las palabras de Paulo Coelho, gran novelista, compositor de canción popular, periodista y dramaturgo brasileño.

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