Años atrás trabajaba en unos grandes almacenes vendiendo equipos de informática, accesorios e impresoras. Era mi primer trabajo, no cobraba mucho pero me gustaba. Sin embargo, con el paso del tiempo la sensación de permanecer atrapado en la misma ciudad por el resto de mi vida era algo que me quitaba el sueño. Por suerte, empecé un negocio de publicidad por Internet que cada vez me generaba más ingresos y terminé dejando ese trabajo fijo para volcarme completamente a mi proyecto personal.
Ahora tengo la posibilidad de trabajar desde cualquier parte del mundo haciendo lo que me gusta, sin jefes incompetentes que me toquen las pelotas y siendo dueño de mi propio tiempo. En este artículo te quiero contar algunas de las razones por las que debes dejar tu trabajo y convertirte en un nómada digital. Mi idea no es convencerte, sino abrirte los ojos de que en la vida hay otros caminos que el tradicional marcado por la sociedad. Hazme caso, no hagas lo que todo el mundo hace. Si haces algo que sea porque lo sientes o te apetece, no por tradición o por seguir los patrones de lo que la sociedad dice que es correcto.
1. La libertad no tiene precio
El dinero puede comprar muchas cosas pero hay algo cuyo valor es incalculable porque es lo más preciado de esta vida: la libertad. De poco sirve ganar un salario de 6 dígitos, si luego resulta que no tienes tiempo para gastarlo. Tengo amigos que son directores de empresas importantes, tienen mucho dinero pero solamente pueden viajar 2 semanas al año cuando tienen vacaciones o los fines de semana. Eso no es ser libre, eso es estar atrapado en una posición de comodidad económica pero sin tener la capacidad de disfrutar de la vida en el sentido de viajar por el mundo, conocer nuevas culturas, gastronomías, paisajes, etc.
2. Viajar puede ser más barato que quedarse en casa
El coste de vida en cualquier país de Europa o América del Norte es caro. De hecho, si tenemos en cuenta el salario medio pocas personas pueden permitirse el lujo de vivir en su propia casa, comprarse un coche o salir a cenar de restaurante al menos una vez por semana. En cambio, con 500 euros al mes puedes vivir muy bien en Tailandia, Indonesia, India o Filipinas. El precio del dinero es relativo dependiendo del lugar donde nos encontremos. Te recomiendo leer el artículo sobre cómo multiplicar tu poder adquisitivo viajando a otro país.
3. Viajar nunca puede ser aburrido
¿Sabías que el sentimiento contrario a la felicidad es el aburrimiento? En la vida hay pocas cosas tan malas para la salud como el aburrimiento. Hay personas que han muerto literalmente por no hacer absolutamente nada. Nuestro cuerpo y mente necesita movimiento, energía y motivaciones, de lo contrario se marchita. Las neuronas mueren por inactividad. En definitiva, la mejor medicina contra el aburrimiento te aseguro que es viajar. Es imposible aburrirse cuando cada día tienes la oportunidad de descubrir cosas extraordinarias o lugares únicos. Y por favor, no pongas la excusa de que viajar solo es aburrido. He recorrido Asia y Sudamérica yo solo y sigo vivo.
4. Aprenderás idiomas gratis
Te aseguro que la mejor forma, si no la única, de aprender un idioma es la inmersión en la cultura de las personas que hablan ese idioma. Mientras que muchas personas pasan años recibiendo clases en una escuela, los nómadas digitales aprenden mientras viajan casi de forma automática porque están en constante comunicación con personas de otras naciones. Por ejemplo: con 6 meses en San Francisco aprenderás más inglés que 3 años de clases en una académica o si quieres estudiar portugués, con 6 meses en Rio de Janeiro te bastarán para dominar el lenguaje a nivel intermedio.
5. Aumentarás tu creatividad
Una de las cosas que más valoro de las personas es su capacidad creativa. Creo que no lo hace mucha gente pero para mí es más interesante una persona creativa y original que una persona que tenga muchos conocimientos de historia o sea un crack de las matemáticas. Y he descubierto que viajando es la mejor forma de mejorar esa creatividad que todos tenemos innata pero que se ha ido apagando por tu paso por la escuela y la universidad. Es difícil ser creativo cuando te despiertas todos los días en la misma cama, recorres el mismo camino hacia el metro, trabajas en la misma mesa y hablas con las mismas personas. La inspiración es la llama de la creatividad y procede de los lugares más inesperados. Los nómadas digitales recuperan esa creatividad perdida porque están siempre rodeados de nuevas referencias.
6. Serás más humilde
Te contaré mi experiencia personal. Yo nací en un barrio humilde de Barcelona en el seno de una familia de clase trabajadora. Mi madre dejó sus estudios de diseño de moda, su gran pasión, para ponerse a trabajar y traer algo de dinero a su casa. Mi padre trabajó durante años en un taller de chapa y pintura para luego iniciar su actividad como agente comercial independiente. Dinero nunca ha faltado en mi casas, pero tampoco ha sobrado. Solíamos ir de vacaciones una vez al año y en contadas ocasiones hacíamos viajes de fin de semana. Con todo eso te quiero decir que a pesar de que uno se considere humilde, cuando viajas y descubres las condiciones de vida de personas de otros países más pobres y menos desarrollados es cuando realmente te das cuenta de la suerte que tienes de haber nacido en un país moderno y avanzado. Es una cura de humildad inmensa porque comienzas a valorar más los pequeños lujos como tener agua potable, tener luz por las noches o conectarte a Internet.
7. Conocerás a gente de todo el mundo
Viajar es una de las formas más increíbles de conocer gente interesante y hacer amigos, algunos para toda la vida. A veces basta con ir a tomar un café por la mañana, preguntar por una calle, apuntarse a una clase de yoga o ir a comprar al supermercado más cercano para conocer a personas con otras costumbres y puntos de vista. Es decir, cada momento del día es una oportunidad perfecta para encontrarte con seres humanos que pueden cambiar tu vida para siempre. Los nómadas digitales suelen tener amigos repartidos por todo el planeta por lo que al final, cuando se van de viaje, siempre terminan teniendo a un amigo local vayan donde vayan.
8. Las experiencias son más importantes que las cosas
Cuando hago las maletas para irme a otro destino, prefiero que estén llenas de memorias, experiencias vividas y recuerdos inolvidables que de cosas materiales que haya comprado en ese país. Desde que sigo un estilo de vida minimalista que no me obsesiona el salir de compras para tener siempre lo último. Prefiero gastar invertir mi dinero en vivir experiencias, compartir momentos con otras personas o ahorrar para mis próximos viajes. Creo que muchas gente vive esclava de sus bienes materiales, de la fiebre por el consumismo y tener de todo para poder aparentar lo que no son. Los nómadas digitales entienden que mucho más importante que tener, es vivir y no gastar en cosas que no son imprescindibles para seguir haciendo camino.
9. Visitarás lugares en profundidad
Por lo general, cuando vamos de vacaciones pasamos por lugares fantásticos muy deprisa, casi sin apreciar la belleza, y nos perdemos muchas cosas. Siempre nos queda esa sensación de que nos ha faltado tiempo para disfrutar de los detalles. En cambio, los nómadas digitales no tienen las tradicionales vacaciones sino que viajan por el mundo durante todo el año y pueden quedarse largas temporadas viviendo en un país concreto. Eso les permite conocer en mayor profundidad la cultura, los lugares, la comida y experimentar el estilo de vida de los locales. Además, conozco a nómadas que siempre están en pantalones cortos y bañador porque cuando en una zona del planeta es invierno al otro lado es verano y viceversa. Así viajan siempre aprovechando donde brilla más el sol. ¿Te imaginas que pudieras ir todo el año a la playa?
Foto: Contemplando Machu Picchu, una maravilla del mundo en Perú.
Viajar es genial. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo…
Genial tu post, algún día cuando me llene de valor compartiré mis experiencias y me sentiré lleno, mientras tengo que seguir soñando, espero pronto comenzar mi primer viaje. Saludos desde México.