No hay día que pase en el que no lea un artículo sobre marketing online donde se haga referencia a la importancia de los contenidos y la calidad de los mismos. El contenido es el rey de Internet porque es lo que satisface nuestras necesidades, en este caso de información y conocimiento. Los usuarios buscan información, encuentran contenido, si les gusta lo comparten con sus redes sociales y si ese contenido es realmente interesante y relevante recibirá comentarios, que podrán ser positivos, neutrales o negativos. Hasta aquí no digo nada nuevo.
Sin contenido no hay mensaje y sin mensaje no hay comunicación. Y precisamente las empresas buscan comunicarse de la mejor forma posible con sus fans, seguidores o clientes. De modo que la estrategia más importante para posicionarse en Internet ha dejado de ser puramente el SEO, cuyo objetivo es posicionarse en las primeras posiciones de los resultados de búsqueda por una o un conjunto de palabras determinadas mediante diversas técnicas, sino que ahora todo es mucho más fácil o difícil dependiendo de como se mire: crear contenido que sea digno de mención.
El contenido de calidad ha ganado peso siguiendo el ritmo del crecimiento de las redes sociales. La facilidad de compartir en Twitter, Facebook, Google, LinkedIn o Pinterest ha empujado a medios y portales a publicar mejores contenidos. Ya no prima tanto la cantidad sino que se busca la calidad. Antes si escribías cinco artículos en tu blog tenías cinco veces más de posibilidades de ganar audiencia a través de buscadores, ahora es mejor escribir un artículo brillante para aumentar así las posibilidades que sea difundido por redes sociales.
El cambio en este paradigma, donde por supuesto Google ha marcado las reglas del juego con sus últimas modificaciones en el algoritmo de su buscador, ha mejorado la calidad de información que se consume en Internet. Algo que sin duda beneficia a todos: usuarios, medios y anunciantes. Internet sigue creciendo como un medio cada vez más competitivo y maduro, donde a diferencia de los medios tradicionales, las posibilidades de optimización mediante recogida de datos, incorporación de nuevas funcionalidades o mejoras en usabilidad siguen siendo infinitas y muchas ellas todavía por descubrir.
Volviendo a la importancia del contenido, no solamente el potencial prescriptor que tiene en sí mismo, sino que también los propios buscadores ya son capaces de identificar el contenido que aporta realmente valor para premiarlo con las primeras posiciones. Se podría decir entonces que el contenido de calidad es camino natural a la madurez del SEO como estrategia de marketing online. Otro aspecto positivo de generar contenido relevante es que puedes apreciar rápidamente un aumento considerable en tus usuarios recurrentes, es decir, convertir usuarios que han llegado por casualidad o rebote a tu sitio web a que sean lectores habituales.
Por supuesto, el hecho de publicar contenido original y de calidad aumenta la relación de confianza con el usuario o cliente e impulsa la reputación de la marca en el caso de ser empresa al demostrar tener conocimientos profundos del sector en el que se desenvuelve. Y lo mejor de todo: abre un proceso de comunicación basado en la reciprocidad, el compartir intereses y el dialogo tan necesario entre organizaciones y sus agentes.
Adicionalmente, me gustaría resaltar que el marketing content es una estrategia a largo plazo, cuyo trabajo en su conjunto no es nada sencillo, crear contenido bueno que atraiga la atención es complicado y muchas veces costoso. Pero más importante es saber que proceso no termina con la publicación del contenido en el soporte, sino que es el inicio de un largo proceso de difusión, intercambio de opiniones y monitorización. Y donde el output más valioso de todos es el aprendizaje basado en la recogida de ideas, consejos y propuestas de mejora de nuestros usuarios.
Para finalizar, no hay que olvidar que el marketing de contenidos funciona cuando se otorga protagonismo al usuario y cuando más que vender productos o servicios, se pone énfasis al lado más emocional y humano de la marca desde la que se ofrecen. Para persuadir hay que primero empatizar, y la mejor forma de conseguir clientes que nos adoren es llegar directamente a su corazón. Y esto es posible con contenido y pero también buscando la afinidad.