Uno de los temas que más me gustan es la felicidad. Me gusta mucho hablar de felicidad y de cómo podemos llevar una vida más llena. Y me gusta tanto porque es algo en lo que todos estamos unidos. Todos queremos ser felices. No importa quién eres, de dónde vienes o a qué te dedicas. Tú, al igual que yo, tenemos algo en común y es que queremos ser ante todo felices.
Una de las lecciones más importantes que he aprendido viajando en solitario es que las personas que son felices atraen a la gente. El poder que tiene un sonrisa está infravalorado. Sonreír te puede cambiar la vida. Simplemente siendo más positivos, alegres y cercanos podemos llevar nuestra vida a otro nivel.
Viajando por varios países me he encontrado a mochileros que decidieron irse a recorrer mundo porque querían volver a ser felices. Me contaron que la mejor forma de recuperar la ilusión y la alegría de vivir era salir de la rutina en la que estaban metidos, despejar su mente, reflexionar, encontrarse a ellos mismos… durante las conversaciones muchas veces me sentí muy identificado con sus historias.
Parece que viajar es una buena terapia para recuperar la felicidad perdida. A continuación os quiero dar algunos consejos de cómo puedes ser una persona más feliz, especialmente si has decidido viajar por el mundo. Estaré encantado si tienes algún consejo más y lo compartes conmigo en la zona de comentarios.
1. Nunca pierdas la sonrisa.
Las personas que son optimistas por naturaleza suelen ser vivir experiencias más enriquecedoras que los que siempre van con la cabeza agachada o con cara de tristeza. Mucha gente vive amargada por inseguridades, conflictos personales o problemas del pasado cuando realmente lo importante es pensar la cantidad de cosas buenas que todavía nos quedan por hacer. No merece la pena estar triste o preocupado por cosas por las que no tienes control. Trata de ofrecer u mejor versión de ti mismo y la vida te sonreirá. Y recuerda: Nunca dejes de sonreír porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.
2. No lo tengas todo estrictamente planificado.
Hay mucha gente que lo quiere tener todo perfectamente planificado, cada detalle, cada movimiento, tienen por escrito lo que tienen que hacer cada segundo de su vida. Olvídate de eso. Para viajar como mochilero debes estar preparado para los imprevistos. Los habrán y muchos. Las cosas nunca salen como uno se las espera, intenta ser más flexible y disfrutarás el doble.
3. Empieza a hacer cosas que te gusten.
Todos sentimos pasión por algo, todos tenemos alguna afición, algo que nos distrae y nos hace sentir bien. No hay nada más bonito que disfrutar de tu pasión cuando estás de viaje. Puede ser pintar, leer, escribir, escuchar música, conocer gente, explorar una ciudad, etc. Salir de tu zona de confort y llegar a un lugar nuevo donde no conoces nada ni a nadie te permite empezar de nuevo, y ese nuevo comienzo es la oportunidad perfecta para disfrutar de cada segundo como si fuera el último.
4. No subas tus problemas al avión.
La vida es como una montaña rusa, hay temporadas en los que estamos arriba y otras en las que estamos abajo. A todos nos ha pasado y seguro que a ti también. Es por eso que mi filosofía cuando me voy de viaje es que los problemas, las preocupaciones y toda esa energía negativa que me pueda perturbar no sube conmigo en el avión, se queda en casa. La olvido y pongo toda mi energía en pasármelo bien los días que tengo por delante.
5. La meditación funciona.
Hace unos meses decidí comenzar a meditar al menos durante 20 minutos cada día. Lo suelo hacer en el silencio de la noche cuando todo el mundo duerme. Cierro los ojos y pienso en las cosas buenas que me han pasado durante el día o en lo que tengo que mejorar. Me intento relajar y restar importancia a los problemas. Cuando vuelvo a abrir los ojos respiro profundamente y me siento mucho mejor. Me gustaría meditar más y mejor, creo que esos minutos de introspección me están ayudando mucho. Os lo recomiendo.
6. Rodéate de buena gente.
Este consejos es fácil porque el mundo está lleno de buenas personas. Muchas veces somos desconfiados, especialmente cuando viajamos a lugares lejanos. Pero me he dado cuenta de que cuanto más lejos me voy de mi país más buenas personas me encuentro. Se dice que somos la media de las cinco personas con las que más tiempo pasamos y estoy completamente de acuerdo. Si quieres ser mejor personas rodéate de gente a la que te quieras parecer por sus valores. Cuanto más tiempo pases con ellos más te parecerás. Como decía mi madre: elige bien a tus amigos.
Foto: Mi grupo de amigos (7 nacionalidades diferentes) en Bournemouth, Reino Unido.
Viajar es más que ver lo que hay para ver; es iniciar un cambio en nuestras ideas sobre lo que es vivir que continúa en nosotros de manera profunda y permanente.