Se puede viajar de muchas formas pero sin duda la mejor de todas es irse de mochilero. Efectivamente, únicamente con una mochila a tu espalda. ¿Realmente necesitas mucho más? Os puedo asegurar que muchas veces me llevo cosas de viaje como camisetas o pantalones que termino por no ponerme nunca. Al final tengo ropa en mi armario que ha dado la vuelta al mundo pero no ha visto la luz del día, literalmente.
En fin, voy al tema del que os quiero hablar. Cada vez más personas me dicen que les atrae mucho la idea de tomarse unas largas vacaciones e irse de viaje recorriendo varios países. Mi respuesta es directa: ¡hazlo sin pensarlo! Te cambiará la vida. Solamente por las experiencias enriquecedoras que te vas a llevar ya merece la pena.
Seguramente no habrán estudios o cifras oficiales sobre el tema pero creo que cada vez hay más mochileros por el mundo. Al menos en los hostales y residencias que he estado prácticamente más de la mitad eran mochileros. Personas que buscan vivir nuevas aventuras viajando muchas veces de forma improvisada y sin apenas equipaje, solamente lo imprescindible para el día a día.
Por esta razón, a los que todavía no han viajado como mochileros os quiero dar algunos consejos que me hubiera gustado que me los hubieran dado a mi cuando preparé mi mochila por primera vez. Todavía lo recuerdo, qué emoción. Nunca había salido de Europa y me fui solo durante más de dos meses por Asia.
1. Viaja ligero
Esta es la primera regla de oro para irse a viajar como mochilero. Yo me llevé dos mochilas, una pequeña de 32 litros y una más grande 65 litros, capacidad más que suficiente para llevar la ropa, los dispositivos electrónicos y la documentación. Me sobró. Además, tienes que tener en cuenta que si vas a países calurosos no es necesario que te lleves ropa de abrigo que normalmente ocupa más espacio. (nada de ruedas) y si vas a un lugar caluroso no necesitarás poner en ella demasiadas cosas. Viaja ligero y vencerás.
2. El mundo es seguro
Salvo contadas excepciones como pueden ser algunos barrios de Venezuela, Guatemala, El Salvador o Honduras, el mundo en general es un lugar seguro donde no tienes que tener miedo. Tras viajar por Asia me di cuenta que muchas ciudades son incluso más seguras que Barcelona, donde he vivido durante muchos años.
3. Inmortaliza los recuerdos
Viajar por el mundo es una experiencia inolvidable y como tal merece la pena guardar algunos de los mejores recuerdos. Por ello te recomiendo que te compres una buena cámara de fotos y hagas fotografías que al verlas dentro de 30 años recuerdes tu viaje. Otra bonita forma de inmortalizar los recuerdos es escribiendo un blog a modo de diario donde publiques cada día o cada semana los detalles de tu aventura.
4. Busca lugares inexplorados
El mundo guarda rincones maravillosos, muchos de ellos todavía no son famosos y hay pocos turistas. Si bien es recomendable visitar los lugares que salen en las guías de viaje si tienes tiempo busca lugares más remotos fuera de la ruta típica y descubrirás enorme cantidad de belleza.
5. Aprende a hablar inglés
El inglés es la lengua más internacional. Si bien no es imprescindible, tener un nivel medio-avanzado de inglés te permitirá comunicarte con personas de otros países, pedir consejos e intercambiar opiniones. En general, tu aventura será más completa y enriquecedora. Practica el speaking todo lo que puedas antes de subirte a un avión con rumbo al fin del mundo.
6. Lleva dinero en metálico
Fundamental. Es un error que yo cometí la primera vez. Cuando llegué a Japón ninguna de mis tarjetas de crédito y debito funcionaban, pase dos días sin apenas poder comer hasta que mi banco me lo pudo solucionar. No es una situación agradable y lo podría haber evitado llevando algunos dólares o euros en metálico.
7. No confíes demasiado en los taxistas
A pesar de que yo no tuve demasiados problemas, circulas muchas historias sobre lo poco profesionales que son los taxistas en algunos países. A la mínima que pueden engañan a los turistas, trucan los taxímetros (meters, en inglés) o dan más vuelta de lo necesario para llegar a tu destino. Al final pagas el doble de lo que te hubiera costado con un taxista honesto. Intenta negociar un precio fijo a tu destino antes de subirte y en los aeropuertos utiliza los taxis organizados.
8. Nunca aceptes la primera propuesta
En muchos países, al salir de los aeropuertos hay personas que te acosan ofreciéndote transporte o alojamiento, no contrates nada. Lo mejor es pasar de ellos y estudiar otras opciones, ya que buscan es pillarte desprevenido y cobrarte más de lo normal.
8. Lleva tapones para los oídos
Los dormitorios son ideales si viajas en solitario y tienes ganas de conocer gente. Si vas a dormir en hostales con habitaciones compartidas ten por seguro que alguien roncará. Yo con eso no puedo. En esos casos unos tapones te pueden salvar de una mala noche.
9. Contrata un seguro de viaje
Tener un seguro de viaje es muy recomendable para estar bien cubierto en el desgraciado caso de que tengas que pasar por el hospital. En todas las grandes ciudades del mundo hay buenos hospitales, intenta ir a los más grandes y principales.
10. Las medicinas son baratas
Si necesitas medicinas toma nota del principio activo de la medicación, pues si te pasas por una farmacia seguramente no la vendan con el mismo nombre que en tu país, pero lo que importa es que la medicina que compres tenga el mismo principio activo que tomas. Por otro lado descubarás que las medicinas son más baratas que en tu país.
11. El tráfico es más peligroso
En los países más desarrollados las infraestructuras son buenas y las normas de tráfico se respetan. No puedo decir lo mismo de muchos otros lugares. Por ejemplo en Indonesia no es obligatorio llevar casco circulando en moto y las calles están bastante ruinosas. El riesgo de tener un accidente mortal es muy elevado. Toda precaución es poca cuando circules por calles o carreteras.
12. No viajes con prejuicios
Olvida todos los prejuicios que tengas sobre una cultura, un país o una religión. Empieza desde cero, si viajas tendrás la oportunidad de crear tu propia visión del mismo una vez estés allí. No juzgues de primeras sistemas políticos, tradiciones, costumbres o ideas sin formarte tu propia opinión.
Foto: En el aeropuerto, sentado en el Mass Transit Railway (MTR) de Hong Kong camino a mi hotel. Mochila: Thule Crossover 32L Backpack.
Los viajes son como los libros, se inician con cierta incertidumbre, y se finalizan con nostalgia.