De pequeño siempre lo había tenido claro y tuve la gran suerte de poder hacer lo que siempre quise. No me equivoque en mi elección y es una de las cosas de las que más orgulloso estoy. Dicen que elegir estudiar una carrera u otra puede marcar no sólo tu futuro profesional sino toda tu vida por completo. Elegir bien los estudios que deseamos cursar es una de las decisiones más importantes en nuestra etapa de madurez, quizás la primera decisión crucial. No todo el mundo lo acierta, pero siempre hay otras salidas. Si no tienes clara tu vocación o te debates entre la que te gusta y la que más salidas profesionales tiene, te expongo una serie de consejos que seguro te van a ser de gran ayuda:
1. Descúbrete a ti mismo. Haz un ejercicio de reflexión sobre tus capacidades y habilidades. ¿Qué es lo que se te da bien? ¿Eres bueno en los números, en idiomas, en el análisis y redacción de textos? Conocer tus fortalezas y debilidades será fundamental a la hora de descubrir tu inclinación profesional.
2. Infórmate. Conoce las ofertas de las titulaciones universitarias, sus asignaturas obligatorias y optativas, las especialidades, los practicum, las posibilidades de estudiar en el extranjero, las universidades donde se ofertan, los recursos de los centros, la duración de los estudios, el coste económico,…
3. Conoce el mercado laboral. Cuáles son las carreras con más salidas profesionales, qué especialidades son las más demandadas, aquellas titulaciones en las que más estudiantes hay, en las que menos, las remuneraciones, etc.
4. Conjuga todos los intereses. Busca esas carreras que más te interesen porque se adapten a tus habilidades y gusto, y en las que sientas que vas a poder desarrollar tu potencial en el mercado laboral, tus motivaciones, las funciones que más te atraigan…
5. Apóyate en profesionales. Si aún así no tienes claro tu futuro profesional, busca el asesoramiento de profesores, acude a las ferias sobre orientación profesional, habla con profesionales de aquellas titulaciones que más te llamen la atención…
6. Decide tú. En ocasiones factores externos pueden presionarte hacia una opción y otra, pero la decisión vocacional es personal. Escucha los consejos, pero nadie puede tomar la decisión por ti.
7. Diferentes vocaciones. No tiene porque existir una única vocación profesional, en ocasiones, existe una orientación hacia ciertas profesiones en las que tus gustos, habilidades, motivaciones pueden ser desarrollados. Descúbrelas.
8. La especialización de tu vocación. Si aún así, la carrera universitaria que deseas estudiar no se encuentra entre las más demandas por el mercado laboral, analiza qué campo o área está relacionado con las tendencias más actuales del mercado y especialízate en él. En la especialización puede estar la clave de tu empleabilidad.
9. Si no lo hay en tu ciudad, muévete. Las notas de corte del examen de selectividad son decisivas para poder entrar la carrera y en el centro deseados. Una décima puede dejarte fuera, pero no ha de hacerte abandonar. Cada universidad y cada ciudad presenta unas notas de corte diferentes, que te pueden abrir la puerta para poder estudiar la carrera que quieres.
10. Proyección personal. La decisión que tomes puede macar tu futuro personal, pues el trabajo no sólo es un mero medio de subsistencia, sino también un instrumento de desarrollo personal y vínculo social.