¿Vives de una forma proactiva o reactiva? Eres de las personas que tiene ideas y las lleva a cabo, o simplemente prefieres quedarte mirando. ¿Eres causa o efecto? La decisión es tuya. La mayoría de la gente vive sus vidas de una manera absolutamente reactiva, simplemente respondiendo a lo que ve ante sus ojos, sin ir más allá, sin plantearse nada. Nunca es tarde para vivir proactivamente, simplemente consiste en tomar la decisión luchar por lo que quieres conseguir en tu vida, tomando siempre la responsabilidad de todo lo que consigas, tanto sea bueno como malo. Somos humanos y nos podemos equivocar, pero es mejor fracasar habiéndolo intentado, que nunca descubrir que hubiera pasado en caso de probarlo.
El mundo es un lugar mágico lleno de oportunidades, muchas de ellas pasan por delante de nosotros pero nos movemos tanto que apenas las percibimos. El camino a seguir te llevará hacia lo que deseas. Si las cosas no salen como quieres, tomas la iniciativa y busca otras posibilidades, hay infantas. En esta vida, por suerte todo tiene solución. Por encima de todo, sabes que tienes opciones, todo lo que haces lo puedes hacer o no hacer, no hay nada que tengas que hacer por obligación, eres libre en el sentido más amplio de la palabras, puedes modificar todo lo que haces y en cómo reaccionas ante otras personas y sucesos.
Si vives de una forma pasiva, nunca podrás decir que te has mojado en nada. Tu vida será como un barco a la deriva. No hay nada peor que perder el control. No todo el mundo tiene la misma fuerza, hay personas que es muy posible que sientan poco poder en su interior, pero tienen más del que se pueden llegar a imaginar. Solamente les falta tomar la iniciativa, perder el miedo. No caigas en el error de depender de otros para sentirte bien sobre ti mismo o sobre tu vida. Tus acciones te tienen que servir para sentirte orgullosos de lo que eres, de lo que sientes, de cómo vives.
No esperes a que todas las personas te comprendan y te ayuden a cumplir tus sueños. Sin duda te pueden servir de soporte, pero eres tu el que debe de demostrar lo que vale. No seas una víctima de las circunstancias. No esperes que las cosas sean diferentes si no haces nada para cambiarlas. No pongas límites a tus emociones. Las cosas no suelen pasar porque sí. La suerte es muy relativa, demasiado. Estamos en un mundo de causa-efecto. Todo tiene su contrapartida. Si das, recibes. Si te esfuerzas, hay recompensa. Si no haces nada, tampoco esperes nada a cambio.
Si logras vivir de forma proactiva reducirás tus niveles de ansiedad y resentimiento. Serás más responsable en todas tus actividades. Aumentarás notablemente tu autoestima. No tendrás sentimientos de culpabilidad por haberte equivocado. Abandonaras de una vez por todas esos miedos que no te hacen ser el protagonista de tu propia vida. Recuerda que es tuya y de nadie más. Lucha por ella, porque sólo hay una.