Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas.
Con estas bonitas palabras de Pablo Neruda, poeta y político chileno, quiero comenzar este artículo de reflexión y donde espero ayudarte a que nunca abandones tus sueños, a seguir intentándolo a pesar de los obstáculos, a no mirar atrás sino adelante, a buscar las cosas positivas de la vida, a aprender de los errores cometidos y a creer que somos capaces de conseguir cualquier cosa a pesar de que en algunos momentos nos sentimos sin fuerzas para continuar.
No vivimos en tiempos fáciles. En la escuela tenía una profesora que siempre nos decía que «la vida no era un camino de rosas», era una forma suave de decir que la vida era dura, poco después me di cuenta la enorme razón que tenía. Pero son precisamente esas dificultades que se nos presentan las que nos permiten crecer como personas y hacernos más fuertes. A pesar de que las cosas a veces no salen de todo bien, la vida en general se presenta como una oportunidad única donde nosotros somos los protagonistas de nuestra propia película, y que ésta sea la más bonita que jamás hayamos visto solamente depende de nosotros mismos.
Con el paso del tiempo las experiencias nos van marcando, es decir, van dejando huella en nuestro corazón, pero seguramente coincidirás conmigo en que la mayoría de ellas son positivas, y unas pocas negativas. Sin embargo, las personas tienden a quedarse con las malas vivencias y se terminan frustrando entrando en una espiral de pensamientos negativos. Ese mal estar les impide ver más allá de sus problemas, muchas veces pasados, y no se dan cuenta que lo importante es el futuro que está por llegar. El pasado forma parte de la nuestra historia y nos ha llevado a donde ahora nos encontramos, pero eso no significa que a partir de ahora podamos tomar otros caminos.
Si tienes la ocasión, ves a dar una vuelta por la playa y contempla el horizonte o sal a dar un paseo por la montaña y escucha el precioso sonido del silencio. Son pequeños ejercicios que te ayudarán a reflexionar y a darte cuenta de lo grandioso que el mundo, de la suerte que tenemos de estar aquí vivos y que merece la pena aprovechar cada segundo para ser felices. Al final de cualquier túnel siempre hay una luz muy brillante, es allí donde tenemos que llegar para dejar atrás la oscuridad, empezando por ser conscientes que no estamos solos, que tenemos personas que nos importan y que nosotros importamos a ellas.
La felicidad es un estado de ánimo que hay que dejar de buscar porque no existe como tal, simplemente llegará en el momento en que comencemos a hacer cosas que nos gustan y que nos ilusionan, así como por ejemplo cuando ayudamos a los demás sentimos una profunda paz interior. Te animo a que salgas de tu zona de confort, hazte una lista de deseos, ve a por ellos y conoce a personas con otros puntos de vista que te aporten energía positiva. Quizás haya llegado el momento de emprender un nuevo camino. No tengas miedo a enfrentarte a lo desconocido, porque es justamente allí donde se hacen realidad los sueños.
Siempre digo que perder un trabajo o quedarte sin pareja no es el fin del mundo, puede que sea el inicio de algo nuevo mucho mejor. No importa donde trabajes, ni donde vidas, ni con quien pases tus ratos libres, lo más importante eres tú y lo que puedes hacer para sentirte bien, estoy seguro que lo sabes. De modo que te recomiendo interiorizar estas palabras, pronto comenzarás a pensar diferente, a ser más fuerte, a ver las cosas desde otra perspectiva y levantarte cada mañana con ilusión para salir a buscar un nuevo amanecer.
Me gustaría terminar añadiendo que al igual que para llegar a un sitio tenemos que andar y durante ese andar se dan pequeños pasos, los cuales uno tras otro nos llevan al lugar, el proceso de cambiar los sentimientos y las emociones hacia un estado de gratitud y bienestar es un también un camino que se recorre despacio y durante el cual debemos empezar por apreciar los pequeños detalles y valorar los pequeños gestos de los demás. Como en su día dijo Benjamin Franklin:
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.
yo estoy buscando un nuevo camino, que me llene, por el cual en verdad tenga sentido mi existencia
Hola Umberto. He leido su comentario y no he podido menos que indicarle lo que a mi me ha ayudado a que mi vida tenga sentido. Busque la web JW.ORG. Analice lo que menciona libre de prejuicios y seguro que encuentra ese camino que le llene y le hará feliz. Reciba un saludo.